martes, 13 de noviembre de 2012

F.A.Q. sobre la huelga general del #14N



¿Hay que secundar la huelga?
En la convocatoria de la huelga del #14N están CCOO y UGT, que son sindicatos amarillos, esto es, organizaciones que llevan el nombre de sindicatos pero que no están financiados fundamentalmente por los obreros sino por la patronal, concretamente por el Estado a través del poder Ejecutivo que emana del PPSOE. En consecuencia, como es natural y hace todo el mundo, actúan al servicio de quien les paga, o sea, del PPSOE y no de los obrer@s que no les pagan, ya que la cantidad que reciben de sus afiliados es muy poca en comparación con las subvenciones del Gobierno de turno. En conclusión, ningún trabajador@ y ningún estudiant@ debe secundar nada que provenga de sindicatos amarillos. Por el contrario, debemos aportar lo que podamos para que sus convocatorias fracasen, porque en la medida en que resulten un fracaso significará un éxito para la clase obrera y, en general, para toda la sociedad digna y honesta.

¿Por qué convocan huelga ahora?
Los sindicatos amarillos CCOO y UGT se mostraron sumisos mientras el PPSOE, tanto cuando gobernaba Aznar como ZP, los mantenía bien cebados a base de ingentes cantidades de dinero y grandes privilegios, como el de disponer de destinos laborales de lujo e incluso de ni siquiera tener que acudir al puesto de trabajo y seguir cobrando el sueldo. No rechistaron cuando el PSOE comenzó a perpetrar los mayores ataques contra los derechos de los trabajadores que se habían sufrido en toda la época de Democracia. Pero cuando finalmente el  PSOE, forzado por la situación de crisis económica, se vio obligado a cerrar un poquito el grifo de las subvenciones, fue cuando estos sindicatos amarillos convocaron huelga general, evidentemente con el propósito de amedrentar al PPSOE para que desistiese de seguir por ese camino de recortarles sus privilegios, lanzando un claro mensaje: podéis hacer lo que queráis con los trabajador@s, que eso no nos importa como ya habéis comprobado, pero no nos toquéis nuestros privilegios porque entonces nos enfrentaremos.

Ahora el PP, en el marco de las circunstancias de gravísima crisis económica, ha profundizado en ese camino, tanto cerrando más el grifo del dinero como sobre todo recortando sus injustos privilegios al disminuir el número de liberados y de enchufados en destinos de lujo, destinos que –salvo raras excepciones- estaban copados por vagos redomados cuya actividad prioritaria consistía en mamar de la teta cuanto más mejor, repartir privilegios entre sus enchufados y permanecer rascándose el ojete durante la jornada laboral. Por esta razón ahora convocan huelga general, para tratar de que el PP dé marcha atrás y no siga por el camino de recortarles sus privilegios. Esta es la única razón, porque a estos jetas vividores la situación dramática y angustiosa de los desemplead@s y los recortes hacia quienes tienen empleo les importan menos que una mierda puesta al sol. Y esto lo sé, no sólo examinando la trayectoria que han mostrado los sindicatos como hemos visto, sino porque conozco personalmente a varios de estos sindicalistas y todos están cortados con el mismo patrón.

¿Por qué los sindicatos CCOO y UGT han llegado a este grado de degeneración tan lamentable?
Debemos seguir en la línea que trazamos en los anteriores escritos y buscar las razones en la propia naturaleza humana, ya que son seres humanos quienes actúan y provocan como resultado de sus acciones los efectos que tratamos de analizar. Grandes genios, como por ejemplo Platón y Marx, creyeron que el ser humano es un ser fundamentalmente productivo, que realiza su esencia en el trabajo para lograr tanto su desarrollo personal como sobre todo el bien de la comunidad. Pero ambos confundieron el deber ser con el ser, y expresaron lo que ellos creían que debía ser, lo ideal, pero no la realidad. 

Aristóteles, que era más realista,  dijo que las personas buscamos por encima de todo la felicidad, y esto nadie lo puede poner en duda. También dijo que no todo el mundo sitúa la felicidad en lo mismo, lo cuaL también es indudable. La reflexión consecuente es: ¿qué porcentaje de gente pone la felicidad en trabajar y producir para servir a la comunidad? Y por el contrario, ¿qué porcentaje pone la felicidad en la diversión, los placeres mundanos, tener menos obligaciones y más tiempo libre, tener dinero para comprar bienes materiales y realizar actividades lúdicas? Si a cualquier trabajador le dijesen: “da igual que acudas a trabajar o no porque vas a cobrar exactamente el mismo sueldo”, ¿cuántos seguirían acudiendo al trabajo? La respuesta está clara, como está claro que Platón y Marx estaban equivocados en este punto. Pero también es indudable que existe una gradación, y no todos huirían del trabajo con el mismo grado de repulsión, ni todos buscan los placeres materiales con la misma apetencia.

Lo habitual es que muchos de est@s que tienen fobia al trabajo se enchufen en estos mega-sindicatos, donde apenas tienen que trabajar, y si trabajan algo es dando cursillos para los que en muchos casos apenas tienen cualificación, pero cobran suculentas cantidades suplementarias. Es muy frecuente que varios de los asistentes a estos obligatorios cursillos tengan muy superior cualificación que los enchufados sindicalistas que los imparten, pero los aptos asistentes pagan y los ineptos sindicalistas cobran y mucho. Y si les mencionas a cualquiera de estos alguna de las injusticias en que se sustentan, te dirán que necesitan mantener su tren de vida y punto. Esto es lo que les importa, y no es raro que así sea porque  -seamos realistas- de este tipo es un notable porcentaje de personas.


¿Qué debe hacer el #15M de cara al #14N?
Francamente, resulta desmoralizante y da pena ver a gente joven con smartphones de última generación pero con una mentalidad casposa decimonónica, cabezas viejas sobre hombros nuevos, como diría A. Neill. No estamos en la época de la naciente revolución industrial, donde no había tanta competencia entre las industrias y la huelga era un eficaz instrumento de presión para que los trabajador@s lograsen satisfacer sus justas reivindicaciones a costa de reducir la plusvalía del empresario. Ahora en España muchas empresas obtienen minusvalía en vez de plusvalía, los propietarios pierden dinero en vez de ganar, tienen déficit y arrastran deudas impagables y por eso muchas han cerrado ya y otras están abocadas al cierre. Y no pueden recibir créditos de las cajas de ahorro, que han sido expoliadas y arruinadas por los directivos designados por el PP, PSOE, IU, CiU, CCOO y UTG. Y al Estado le ocurre igual, tiene déficit y arrastra una deuda enorme, y la causa económico social es estructural, fruto de una sucesión de gravísimos errores cometidos en el pasado por el PPSOE con la complicidad total de los sindicatos amarillos CCOO y UGT, errores estructurales y no coyunturales que no se pueden solucionar de la noche a la mañana.

En cambio, el problema sindical tiene fácil solución, y la expuse el 25 de mayo de 2011. Hay eliminar totalmente las subvenciones directas a los sindicatos, y entregar esas subvenciones a los trabajadore@s para que cada cual decida a qué sindicato o bufete de abogados laboralistas le da su parte:

Los actuales sindicatos amarillos serían sustituidos por empresas privadas de bufetes de abogados laboralistas. Los trabajadores recibirían una importante subvención en su cuota de afiliación a cualquiera de los distintos bufetes, de manera que ningún trabajador y trabajadora se quedase sin la cobertura del seguro laboral que les protege por medio de estas empresas de abogados. Esto es, el Estado entrega dinero al trabajador para que éste pague al abogado que prefiera. De esta manera se garantiza que el trabajador estará protegido y no se verá traicionado, como ocurre con los actuales sindicatos amarillos, que reciben dinero del patrón (el Gobierno) y por tanto están vendidos al Gobierno y engañan a los trabajadores. Si un trabajador se siente defraudado por el bufete al que se ha afiliado, se cambia a otro y punto. Eso obliga a los bufetes a espabilarse y esmerarse en defender al obrero.”

En cuanto al papel del #15M para la solución de los gravísimos problemas que acucian al país, hay que constituir lo que llamé sindignados, esto es, asociaciones sindicales profesionales de indignad@s, y desechar por completo a los sindicatos amarillos financiados por el Estado, porque son traidores a los trabajador@s y sirven al Gobierno y, por tanto, a la Oligarquía capitalista. Esto de constituir una especie de sindignado es lo que acaban de hacer los profesionales médicos de la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid, y han convocado huelga general para finales de noviembre en contra de las privatizaciones de hospitales madrileños. Porque la única huelga que tiene sentido y puede tener frutos es la huelga general, las huelgas de un día son un paripé. 

Cabe preguntarse por qué este colectivo profesional es el primero que ha constituido un sindignado al margen total de los sindicatos amarillos, y la hipótesis es que éste colectivo de especialistas médicos no debe estar parasitado por esclavos sectarios de izquierda. El programa mental que los esclavos tienen instalado de serie en su mente les imposibilita para crear,  sólo son aptos para seguir a los líderes de su secta y participar en tareas destructivas, no pueden crear porque para eso se necesita tener Valores y los sectarios no tienen Valores, como ya proclamó ZP y nadie de su secta rechistó.

En lo referente al papel del #15M a largo plazo, una vez más vuelvo a repetir lo mismo que llevo diciendo desde febrero de 2011, y es que la única solución plausible actualmente debe seguir el camino que pasa por las urnas, y consiste en implementar cauces de participación para que las decisiones de los ciudadanos lleguen directamente hasta el Parlamento, evitando la nefasta intermediación de los actuales partidos políticos sustentados por el voto de esclavos sectarios.