viernes, 20 de mayo de 2011

¿Cuál será el futuro de la Spanish Revolution después del 22m?

El mayor experto que existe sobre el tema de las revoluciones sociales es Karl Marx, así que vamos a formularle a él esta pregunta. Marx pensaba que hay dos causas por las cuáles puede producirse una revolución social susceptible de modificar por completo el sistema[1]. Una la expuso en una de sus primeras obras, un cuadernillo que escribió durante su exilio forzoso en París en 1848 y se publicó como Manuscritos de Economía y Filosofía. La segunda causa es de tipo puramente económico y la expuso en su obra de 1859 Contribución a la crítica de la Economía Política


Ambas causas aparentemente son de naturaleza muy distinta en incluso parecen contradictorias, hasta el punto de que Althusser  opinó que en realidad existían dos Marx diferentes, el joven y el maduro. Pero en realidad no son distintos sino complementarios, el joven analiza a través de una óptica antropológica y sociológica, mientras que el maduro utiliza una lente puramente económica.

En los Manuscritos de 1844 la causa de la revolución social es la alienación de los obreros. Alienación es sinónimo de enajenación, que significa traspaso de algo a un ajeno.[2] Marx habla de alienación para describir la situación en que se encuentra el trabajador o proletario en el sistema capitalista. Esta alienación se manifiesta en varios aspectos; por ejemplo, existe la alienación con respecto al producto, pues lo crea el trabajador pero no le pertenece a él sino a su enemigo capitalista. También hay alienación durante el trabajo, pues está dirigido únicamente hacia la obtención de beneficio para el capitalista, lo que conduce a la explotación del obrero.   
   
Marx se basaba en una dialéctica[3] o lucha entre dos grandes clases enfrentadas: los capitalistas burgueses y los obreros proletarios. Creía que la alienación desaparecería y la justicia social llegaría superando esta lucha de clases mediante la eliminación de una de ellas, la de los capitalistas burgueses, en un nuevo sistema llamado comunismo. Marx llegó hasta aquí, apenas dijo nada sobre los detalles de esa futura sociedad comunista y falleció mucho antes de la revolución comunista soviética. Fue Lenin quién dirigió tanto en la teoría como en la práctica al Partido Comunista y lo condujo a crear la sociedad comunista o socialista soviética. Este nuevo sistema no logró eliminar la escisión social en dos clases opuestas, sino que la clase de los capitalistas fue sustituida por el Partido, y el obrero pasó de ser alienado por los capitalistas a ser alienado por los dirigentes del Partido Comunista. 


Con el desmantelamiento del bloque comunista o socialista tras la caída del muro de Berlín, el capitalismo clásico vuelve a imperar en un mundo globalizado.  Marx dijo que quien tiene el poder económico tiene también el poder ideológico, que engloba a todo el aparato del Estado (jurídico, policial, religioso, etc.) En la España actual, los políticos de todos los partidos mayoritarios son meros agentes a través de los cuales los capitalistas dirigen el sistema con el único objetivo de obtener el máximo beneficio para ellos, para los propios capitalistas. Intentar luchar contra los capitalistas no es posible ni tampoco conveniente, porque en cualquier momento se llevan el capital a invertirlo en otro país. Y si quitamos a los capitalistas y los sustituimos por comunistas o socialistas, ya sabemos que económicamente nos irá peor y políticamente mucho peor, porque además nos quitarán derechos fundamentales como el de expresión, asociación etc. La ideología socialista o comunista sin duda fue un instrumento muy valioso en la época de Marx para lograr mejoras en las condiciones de los trabajadores, mejoras imprescindibles dada la inhumana situación de explotación y miseria a la que estaba sometida la población obrera. Pero en la época actual el socialismo, comunismo, socialdemocracia, izquierda unida o como se le quiera llamar, es un lastre para la sociedad que conduce al desastre para los ciudadanos y a la prosperidad únicamente para los dirigentes del Partido.

El capitalismo es un mal menor, por tanto no hay que ver a los capitalistas como enemigos sino socios con los que hay que negociar y llegar a un acuerdo favorable para ambas partes. Lo que hay que hacer es eliminar la mediación de los políticos, esos intermediarios que traicionan a los ciudadanos y los entregan a los capitalistas. A causa de esta traición, muchos ciudadanos se sienten alienados por la clase política, erigida en una casta/caspa de privilegiados que sirven a intereses ajenos de aquellos confiados votantes que les otorgaron el Poder. Políticos profesionales con vocación vitalicia, sin otro mérito objetivo que el de trepar, medrar y camarillear en el seno del partido.  Y claro, como de donde no hay no se puede sacar, ocurre que de esta casta/caspa brillantes ideas no salen, lo que producen estos nefastos políticos es paro, corrupción, nepotismo y despilfarro. Y provocan la indignación de todas las personas que tienen dignidad, y sobre todo la de quienes sufren las consecuencias económicas: paro, ruina, falta de expectativas, de futuro, ...

Y todo con el beneplácito de los sindicatos amarillos, vendidos a la patronal. Los sindicalistas actuales son una especie de mafia de vagos redomados y chupópteros que obtienen privilegios a costa de vender a los trabajadores y entregarlos a su patrón, ya sea el Gobierno en el caso de los funcionarios, ya sean los capitalistas en el caso de los obreros.

En conclusión, gran parte de la población española se siente alienada, porque han puesto el control sobre sus intereses en manos de políticos y sindicalistas, y estos han entregado todo este poder a los capitalistas a cambio de mantenerse en la poltrona con el único objetivo de obtener beneficios personales para ellos y sus allegados. Por tanto, desde el punto de vista sociológico o antropológico, podemos resumir el origen del movimiento en una sola palabra: alienación.

Pasamos ahora al Marx maduro, el que se centra puramente en la economía. Aquí el enfrentamiento o dialéctica que desemboca en la revolución social no se produce entre las dos grandes clases sociales, burgueses y proletarios, sino entre los dos elementos fundamentales del sistema económico: las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Las fuerzas productivas son las máquinas, herramientas, materias primas, tecnología, obreros, ... Las relaciones de producción son las que se establecen entre las personas, fundamentalmente entre los capitalistas y los trabajadores.

En el prólogo a su obra Contribución a la crítica de la Economía Política, Marx explica que la revolución social se produce cuando las relaciones de producción frenan el desarrollo de las fuerzas productivas, o sea, cuando estas relaciones impiden que se produzca más y la economía crezca. En la España actual, resulta evidente que las relaciones de producción están frenando el desarrollo económico. El enorme índice de paro expresa que hay millones de personas que podían trabajar y no lo hacen. No sólo se perjudica  el crecimiento económico, sino que el Estado se arruina. Un parado no solamente no cotiza para el Estado, sino que además debe recibir subsidios. Y este problema del enorme índice de paro no se va a solucionar en cuestión de meses.

La conclusión final es que, tanto desde el punto de vista social como económico, en la España actual se están dando las condiciones que según Marx pueden provocar una revolución social capaz de cambiar el sistema. Quizás de momento no se dan con el grado o intensidad suficiente. Los acontecimientos del 15-22m son el chivato que se enciende en el coche para avisarte de que algo no va bien. Puede ser que lleves alguna puerta sin cerrar, las pastillas de freno gastadas, o puede ser como me ocurrió una vez, que el motor quedó inservible y tuve que cambiar de coche.

¿Cómo se puede superar la actual alienación de los ciudadanos con respecto a la casta/caspa política y sindical? Y también, ¿cómo se puede lograr una economía más productiva gracias a proporcionar trabajo digno a los millones de parados? Contra la caspa hay que usar champú, y en este caso para eliminar la caspa político-sindical se puede usar el champú que proporcionan las nuevas tecnologías. Hay que avanzar en la democracia directa eliminando intermediarios. Se podría votar por internet las propuestas de leyes directamente, propuestas elaboradas por cualquier ciudadano y votadas por todos los ciudadanos, sin la nefasta mediación de los políticos profesionales.  Los partidos políticos y los sindicatos no sólo sobran, sino que estorban.

Hay que proporcionar trabajo a toda la población, es la única salida y la única solución. Y de paso, a toda esta gente parasitaria, los políticos y sindicalistas, hay que ponerlos a trabajar en algo productivo.

Desde el punto de vista político, la sociedad no está formada por ciudadanos de izquierda o socialdemócratas y por ciudadanos de derecha o liberales, que es lo que nos quieren hacer creer. La sociedad en realidad está formada por ciudadanos sectarios y ciudadanos independientes. Los sectarios se subdividen a su vez en de derecha y de izquierda.  Como dije en el FAQ sobre la Spanish Revolution, se debe formar un nuevo partido que contenga este programa de eliminación de partidos y sindicatos politizados, y todos los independientes debemos votar a ese partido liquidador de partidos, incluidos por supuesto los que como yo no hemos votado nunca.

Si los abstencionistas nos unimos y votamos juntos, venceremos a los rebaños de sectarios, que están divididos cada cual sirviendo a su pastor, sean de derechas o de izquierdas. Y si obtenemos el poder político del Estado, por supuesto por vía pacífica y legal, podemos cambiar la Constitución, la Ley electoral, en fin, las leyes necesarias para eliminar a todos los partidos políticos y sindicatos amarillos, incluido nuestro partido, dejando sólo un pequeño aparato de magistrados que velen por la garantía en las votaciones realizadas a través de internet respecto de las propuestas de Ley que cualquier ciudadano de a pie pueda presentar. Y dejar también el mínimo aparato de funcionarios imprescindible para ejecutar las órdenes emanadas directamente desde la voluntad de los ciudadanos, voluntad  expresada a través de votaciones por medio de las nuevas tecnologías de la comunicación.




[1] A lo que ahora llamamos sistema, Marx lo llamaba formación social o formación económico-social.
[2] Por ejemplo, en el Derecho Civil enajenación es una venta o traspaso de propiedad, y en Psicología la enajenación mental es la pérdida de la propia voluntad.  
[3] Dialéctica significa lucha de opuestos o de contrarios.

13 comentarios:

  1. Igual que hablas de capitalismo clasico tambien el concepto de revolucion que barajas es clasico.
    El pueblo lo que tenemos que hacer es mantener la impostura pre-revolucionaria y exigir que sea el sistema el que vaya cambiando. La historia constata que la revolucion muere al poco y siempre de mala manera. Seamos pre-revolucionarios.

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  2. Sinceramente me parece imposible, necesitamos a los políticos en el sistema actual, no toda la población española esta conectada a la red y menos aún tienen los conocimientos para desenvolverse en ella, lo que primero que se tiene que hacer es conseguir una clase política que vele REALMENTE por lo intereses de los ciudadanos, limpia y sincera.

    Por otro lado, ¿quiénes se encargarían de elegir a estos magistrados?, ¿evidentemente no sería un nuevo tipo de político?

    Sinceramente tu articulo empieza muy bien pero acaba nefasto, no comparto esa opinión y desde luego dudo mucho que funcione, ¿miles de ciudadanos votando para una ley? cuando la mayoría no conoce mínimamente la constitución... por favor seamos realistas que ya nos estamos empezando a ir por las nubes, pongamos los pies en la tierra y hagamos soluciones posibles y con sentido.

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  3. 1.- No hablo de capitalismo clásico sino de un concepto muy avanzado de capitalismo, basado no en la lucha de clases sino en la cooperación entre las clases para beneficio común.
    2.- En toda coyuntura revolucionaria, al principio existen numerosas facciones o tendencias que luchan entre ellas, y al final triunfa una. Estas tendencias se pueden sintetizar en dos: reformistas, que son moderados y se conforman con poner parches, y radicales, que quieren cambiar totalmente el sistema. Que triunfen unos u otros depende del grado mayor o menor de crisis que ha conducido a la apertura del proceso revolucionario. De este nivel de crisis dependerá que se pueda solucionar con tiritas, o que haya que amputar un brazo.
    Yo propongo una tendencia extremadamente radical y muy utópica, y por supuesto pacífica y legal. Otros proponen otras cosas más factibles e igualmente respetables en cuanto que también son pacíficas y legales.

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  4. 1.- Yo opino que es todavía más imposible lo que tú propones, o sea: "conseguir una clase política que vele REALMENTE por lo intereses de los ciudadanos, limpia y sincera".
    2.- Evidentemente, lo que propongo es un boceto, una declaración de intenciones, los detalles para llevar esa utopía a la práctica habría que concretarlos.

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  5. Desde luego, el problema del radicalismo es que actualmente no funciona en lo países occidentales o con una cultura mínima, sencillamente por eso, no existe, los radicales son una gran minoría en el mundo, por eso no creo que cuaje tu propuesta, y sinceramente, tampoco me parece muy utópica jeje.

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  6. Pues sí, creo que es posible, con la fuerza del voto y con más salidas a la calle, porque sino, al final, si todo sigue igual, ocurre lo de siempre, la tensión llega a un límite que se rompe, y puede pasar algo que no se nos haya ocurrido a ninguno, y los disturbios sean muy reales.

    Yo sólo espero que esto sirva para algo y que las cosas cambien, lo deseo con todas mis fuerzas.

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  7. El radicalismo no es un concepto absoluto. Es radical dependiendo del punto de vista del cual se mire. El movimiento feminista fue radical en su tiempo y produjo cambios, la segregacion racial en africa era radical en su tiempo, y ahora esta reducida.

    Creo que tendriamos que ampliar nuestras miras y plantearnos realmente puntos de vista como el que propone el autor

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  8. Es un manifiesto claramente comunista, llevado de una forma más idealizada, si el comunismo no es radical, apaga y vámonos XD

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  9. Me gustaría saber si te consideras de izquierdas o derechas, pero... como estudiante de sociología te digo que, mucho de lo que has dicho me suena a neoliberalismo llevado al extremo. Es precisamente algo parecido a lo que dice la extrema derecha norteamericana, la eliminación de los políticos y la victoria del mercado. ¿¿Esa es tu opción?? ¿Que se enriquezca la auténtica clase dominante? Si Marx se levantase de su tumba, volvería a morirse sólo con leer eso. Es malinterpretar a Marx de un lado a otro. ¿Seguro que no eres político?

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  10. Kaz dice que mi escrito es "claramente comunista", y Ander dice que es "neoliberalismo llevado al extremo...lo que dice la extrema derecha".
    Así que ya no respondo a nadie más, que me estáis mareando, y bastante caliente tengo ya la mollera por andar inventando propuestas.

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  11. Jaja, no hombre no te ralles, solo estamos debatiendo, es una propuesta y como tal la respeto, también te comento que no me considero representado en ella. Ahora bien, sí considero que el sistema electoral actual no es el adecuado y hay que cambiarlo, es muy difícil proponer algo y te aseguro que yo nunca estaría cualificado para ello, no es mi campo y no sabría por donde empezar, es evidente que los sociólogos y los que han estudiado ciencias políticas, o simplemente alguien que esté muy enterado en el tema, tu mismo por ejemplo, que puedes estar dentro de uno de estos grupos, son las personas adecuadas para realizar este tipo de acciones y desde aquí te lo agradezco.

    Ánimo y no desfallezcas por mis comentarios :)

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  12. Muy bueno tu artículo en casi todo..
    Hay un relato de Asimov que se llama "Sufragio Universal" (o algo asi..)en el que el resultado de las elecciones, lo decidía un ordenador superpotente en base a unas preguntas que realizaba a un solo ciudadano. Es como tu teoría, pero llevada al futuro..

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  13. Jaja estoy con Kaz, no pretendía rayarte y menos en unos momentos como estos. Pero, desde mi punto de vista, dónde hablas de la eliminación de los intermediarios entre trabajadores y capitalistas es dónde veo el error. Vale que tengamos una casta de políticos y sindicalistas dignos de película de terror (o, en ocasiones, de comedia), pero no creo que la solución sea dejar a quienes tienen el poder y el dinero pactar con los ciudadanos, porque al final, ¿Quién representa a los ciudadanos? Si no hay sindicatos, la única opción sería por vía asamblearia. ¿De veras os imaginaís al director de Coca-Cola España debatiéndo con todos los trabajadores?
    En este sistema capitalista que se cambia poquito a poco (por desgracia) creo que sería mucho más factible instalar pautas de lucha contra la corrupción que fuesen DE VERDAD.
    No quería herir tu sensibilidad y quizá fui un poco hostil con mi anterior mensaje en cuanto a lo que dije, pero de veras, que la opción de eliminar los intermediarios entre los capitalistas y nosotros, los ciduadanos de a pie, es lo que quiere la extrema derecha norteamericana. Y... quizá suene irónico, pero es tirar a una anarquía de derechas.
    Me quedo más con la lucha de clases marxista y la capacidad de trascendencia de la revolución, pero bueno, nuestros enemigos, los que están afianzados en el poder, son los que tienen los mecanismos de coacción y violencialegítima (en palabras del bueno de Max Weber), es decir, la policía y el ejército, y hasta que nosotros no tengamos una probabilidad de ejercer la misma coacción (o la misma violencia, lo cual preferiría que no fuese así) seguiremos siendo pisoteados por ellos.

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