sábado, 18 de mayo de 2013

F.A.Q. SOBRE EL ABORTO



¿Es un asesinato el aborto?

Un crimen de homicidio o asesinato ocurre cuando se mata a una persona o ser humano, así que para responder a esto es preciso responder antes a otra pregunta previa: ¿el embrión (hasta la octava semana desde embarazo) y el feto (después de la octava semana) son personas o no lo son? Esta pregunta a su vez requiere la cuestión previa de definir qué es una persona.

La característica específica de la especie humana, que le diferencia de los vegetales y quizás también de los animales, es la autoconciencia, esto es, el pensamiento consciente. Digo “quizás” porque de momento aún no se ha demostrado científicamente que los animales tengan algún grado o tipo de autoconciencia.

Existe una fase concreta en el crecimiento del nasciturus en el que se desarrollan el Sistema Nervioso Central y el Periférico, y surgen los órganos implicados en estas funciones del pensamiento y la percepción. A partir de aquí, puede afirmarse que es una persona humana, la cual resulta completamente dependiente biológicamente de la madre pero ya es sujeto independiente en sus derechos ético-morales, y se encuentra bajo el amparo de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que tiene como primer derecho el respeto a la vida.

El momento concreto en que se desarrolla el Sistema Nervioso, de manera que resulta funcional para el ejercicio de la percepción y la autoconciencia, lo determinan los expertos científicos.  Actualmente, en España se sitúa el límite para poder abortar en principio en las 14 semanas desde el embarazo, y hasta las 22 en casos de graves riesgos para la vida o la salud de la madre.

Como diría la máxima autoridad intelectual de la Iglesia, el Doctor Angélico Santo Tomás de Aquino, abortar un embrión no puede decirse que sea matar a una persona, aunque en su potencialidad se encuentre el llegar a convertirse en persona. Si muere un niño de 3 años de edad no puede decirse que haya fallecido un ministro, un poeta o un agricultor de secano, por el mero hecho de que en las potencialidades de ese niño se encuentren poder llegar a ser un gran político, poeta o sencillo labrador. Si arde un árbol no puede decirse que esté ardiendo una mesa ni un palillo mondadientes, sino simplemente que arde un árbol, aunque entre las potencialidades de esa madera (materia) estén las de convertirse en mueble o palillo (forma sustancial). Porque, siguiendo al Estagirita, el acto es la forma, y la forma es la esencia que se expresa en la definición. Mientras que la materia es sólo potencialidad, y por eso el embrión es materia susceptible de llegar a ser una persona, pero de momento no lo es.

También resulta indudable que la mujer embarazada y el varón son personas, y tienen derechos sobre sus cuerpos y sus vidas personales y familiares. Así pues, debe tenerse en cuenta la opinión y deseos de ambos, y en caso de no ponerse de acuerdo, debe prevalecer el criterio de la madre, que es quien lleva en su cuerpo el embrión y tendría que asumir los rigores del embarazo y parto y que, por Ley de naturaleza, debería hacerse cargo del neonato al menos al principio, salvo en el caso de que actúe una monja robaniños. El Estado debe tutelar a los niños, cuando existe un niño, pero no debe atropellar a la familia al inmiscuirse en las decisiones que sólo afectan exclusivamente a la pareja y no tienen ninguna repercusión frente a terceros, y un embrión no es un niño, por tanto no hay terceras personas en éste caso. Si no se respetase esta independencia y autonomía de la familia respecto de la procreación, en política de natalidad se estaría incurriendo en un totalitarismo extremo típico del comunismo y del nazismo.


¿Es cristiana la reforma que pretenden Gallardón y los obispos?

Como dijo otra gran figura intelectual de la Iglesia cristiana, San Agustín de Hipona, la Iglesia es el campo en el que crecen mezclados el trigo y la cizaña, es la red en que se recogen peces buenos y malos.  El mero hecho de que alguien diga ser de la Iglesia de Cristo no significa, ni muchísimo menos, que realmente lo sea. Hay que atender a sus hechos, no a sus palabras.

Aunque algunos afirmen pertenecer a la Iglesia, incluso aunque formen parte de la jerarquía eclesiástica, no obstante son cizaña y sirven al diablo si aspiran al poder terrenal, dominados por una necia ambición de dominio que les induce a subyugar a los demás. Por el contrario, quienes se ofrecen uno a otro con espíritu de caridad son miembros de la iglesia de Cristo, como ocurre con los participantes en los escraches antidesahucios, que defienden a los pobres humildes desahuciados del acoso de los políticos y bancarios ambiciosos de poder terrenal y bienes materiales.

Por eso, aunque no soy fiel de ninguna Iglesia ni profeso ninguna religión, basándome directamente en San Agustín y los Evangelios puedo afirmar que, aunque los activistas de escraches pacíficos pudieran no pensar que están en la Iglesia de Cristo, y los obispos, banqueros y políticos piensen y digan que si lo están, ocurre al contrario, son los activistas quienes pertenecen a la Ciudad Celestial, mientras que los banqueros, políticos y jerarcas religiosos se solazan en la Ciudad Terrenal del diablo.

Y no sólo porque lo diga la autoridad de San Agustín, sino por el ejemplo y la doctrina del mismo Jesucristo, que siempre estuvo al lado de los “bienaventurados” pobres, los que sufren, los desheredados, los perroflautas, los humildes, como son los parados y desahuciados, mientras que la jerarquía de la Iglesia y los políticos del PPSOE están del lado del Poder y la riqueza, oprimiendo a los humildes y adorando al becerro de oro. 

La pretensión de Gallardón y los obispos es contraria a la caridad cristiana y sólo puede conseguir crear sufrimiento en las gentes humildes, esto es, servir a Satanás. Como diría San Agustín, esta pretensión emana de quienes están dominados por una necia ambición de dominio que les induce a subyugar a los demás, y en este caso se trata de subyugar a las familias pobres y humildes, precisamente las más amadas por Cristo. En la práctica, esta injusta pretensión conduciría a que sólo abortasen quienes tuviesen dinero para hacerlo en el extranjero, que se irían de turismo abortivo, mientras que los pobres tendrían que arriesgarse a acudir a clínicas clandestinas; los pobres “que se jodan”, como diría una destacada política que dice ser cristiana.

Sólo conozco personalmente a dos parejas que hayan abortado. Una de ellas era una chica (treintañera) que quedó embarazada (creo que para forzar al chico a casarse con ella), pero él (que la conocía de cuatro días antes) dijo que nones, le dio el dinero para el aborto y adiós muy buenas, si te he visto no me acuerdo. Ambos tenían buen nivel económico y eran católicos, él era incluso radical de derechas. La otra persona es un hombre también católico y radical de derechas, que tuvo cargo político y disfruta de buen nivel económico, pero decidieron abortar porque ya tenían 3 hijos y no querían tener más. Por cierto, éste fariseo no se pierde ninguna de las manifestaciones pro-familia y anti-aborto para ir a gritar “asesinas” a las mujeres que abortan legalmente dentro de los supuestos. Seguro que éste soberbio prepotente se cree que así está logrando engañar a Dios.

En ninguno de estos dos casos que refiero se dio ninguno de los supuestos de la Ley actual, porque estas personas cuando algo les afecta seriamente a su vida privada familiar actúan a su conveniencia y tienen el dinero para poder hacerlo, y se la repanpinfla lo que diga Gallardón aunque le hayan votado, y lo que digan los obispos aunque vayan a misa los domingos. Este tipo de leyes son como una telaraña, que apresa a los débiles económicamente, pero no puede enredar a los de fuertes medios económicos. Es únicamente a los pobres a quienes esto les puede afectar y de manera dramática, máxime en este entorno de crisis económica con merma de las ayudas sociales a las personas dependientes o discapacitadas.

Por cierto, no tengo noticia de ningún caso en el que las monjas que roban los niños a las madres pobres para vendérselos a las ricas católicas, hayan robado un niño o niña con graves malformaciones o discapacidades.

En suma, la reforma de la Ley del aborto que propugnan Gallardón y los obispos repugna a la doctrina de Jesucristo y sólo sirve a los intereses del Maligno, por lo cual sus promotores y quienes los respalden se condenan a las llamas del Averno, aunque ellos en su soberbia y prepotencia crean que pueden mantener engañado al mismísimo Dios. Y quienes dicen pertenecer a la Iglesia y ser fieles a la doctrina de Cristo, si perseveran en seguir a los políticos y a los obispos en iniciativas contrarias a la doctrina y el ejemplo de Cristo, les seguirán también hacia el infierno para toda la eternidad.

domingo, 14 de abril de 2013

F.A.Q. sobre Monarquía y República




(Este F.A.Q. fue publicado el 14/04/2013 y retocado ligeramente el 15/06/2014 añadiendo algunas frases.)

¿Qué diferencia hay entre Monarquía y República?

Actualmente y en nuestro entorno europeo, la diferencia es que en la Monarquía el Jefe del Estado adquiere su rango o cargo de forma hereditaria y vitalicia, mientras que en la República es elegido y para un periodo concreto.

¿Para qué sirve un rey o un Presidente de República?

Su labor es de carácter formal y preventivo, sirviendo de garantía para que el gobierno de turno respete el sistema político vigente, que está basado en una Constitución elaborada por los políticos que han sido elegidos por el pueblo y aprobada en referéndum por la ciudadanía. Ni el rey ni el presidente de la República podrían tomar decisiones sin contar con el aval del Gobierno o del Parlamento. También les competen las tareas de la más alta representación diplomática del Estado, como una especie de embajador supremo. 
Lo más importante es que, en el plano legislativo, el rey o reina y el presidente o presidenta de la República no tienen voz ni voto, y se limitan a firmar las leyes que elabora el parlamento o los decretos que promulga el Gobierno.


¿Es mejor Monarquía o República?

Para responder a esta cuestión objetivamente, una manera puede ser detenerse a examinar los países de nuestro entorno para ver qué tienen y cómo les va. 

En la Europa actual, tienen régimen monárquico la mayoría de los países más prósperos y avanzados, tanto en lo económico como en lo social, como son Noruega, Suecia, Dinamarca, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Liechtenstein, Mónaco y Gran Bretaña. Por el contrario, tienen régimen republicano los más atrasados en lo económico y social, como Grecia, Portugal, Rumanía, Albania, Chipre, Bulgaria, etc. Aunque también hay repúblicas que marchan bien, como Alemania, Francia y Finlandia. Pero lo cierto es que en Europa sólo hay un país monárquico que marcha mal y es España. Así que  la culpa no habría que echársela a la Monarquía sino a los españoles y españolas, porque resulta evidente que, salvo la excepción de España, en Europa hay gran correlación entre prosperidad y Monarquía.

También podemos abordar esta cuestión con perspectiva histórica. Desde el punto de vista histórico, no puede probarse que sea preferible la República específicamente para nuestro país. Sin entrar a realizar valoraciones ni hipótesis causales, si nos atenemos a los hechos acaecidos la última vez que hubo un régimen republicano éste duró muy poco y desembocó en la sangrienta Guerra Civil, dejando al país arrasado en todos los sentidos durante varias décadas.


¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de la Monarquía?

En la Monarquía, el Jefe del Estado es educado desde niño para realizar esta función. En todos los oficios se considera una ventaja o mérito el haber comenzado a aprenderlo y practicarlo desde pequeño. Le salieron los dientes en la peluquería se dice para ensalzar a un peluquero que aprendió el oficio de su padre. Y si el padre lo aprendió del abuelo, más mérito todavía. En este punto conviene recordar que Urdangarín no pertenece a la monarquía y, por tanto, no ha sido educado desde niño para ejercer el papel que el destino le deparó con su matrimonio. En general, quien da un braguetazo ya se sabe lo que busca y cuáles son sus prioridades.

También puede ser una ventaja el hecho de que esta gente de sangre azul se sabe mover como pez en el agua en las altas esferas internacionales. Incluso aprenden el idioma inglés desde pequeños, cosa que no puede decirse de ningún Presidente de Gobierno español: ni González, ni Aznar, ni Zapatero ni Rajoy. Por tanto, pueden mediar con gobernantes de otros países para obtener beneficios para su propio país, por ejemplo, para que el rey de Arabia Saudí compre trenes Talgo y empresas españolas hagan la línea del AVE a La Meca. 

Recordemos que los presidentes de Gobierno que hemos tenido, al moverse en estas altas esferas no han sido capaces de hacer otra cosa que no sea el ridículo (Zapatero) o resultar manipulados para ser utilizados (Aznar) o dedicarse a comprar los trenes del AVE a la alemana Siemens despreciando los españoles de Talgo (Felipe González). Después de la orgía compradora que tuvo González con la Siemens, despreciando los productos españoles que sin embargo eran comprados por otros países porque los españoles eran mejores, apareció un alemán diciendo que la Siemens había dado sobres con millones de marcos alemanes, o sea, sobornos de corrupción, tanto al PSOE como a Felipe González, en lo que se llamó el caso Flick. Esto de los sobres que está ahora tan de moda se viene arrastrando desde 1984 con Felipe González

Quien formule la cuestión sobre si el rey cobra o no comisiones por estas mediaciones, debe tener en cuenta también si los políticos las cobran o no, comenzando por los concejales de los pueblecitos y subiendo hasta llegar a los presidentes autonómicos pasando por todos los demás. Y no sólo comisiones por contratos muy beneficiosos para el Estado, sino también por otros no tan beneficiosos, como aeropuertos sin aviones, autopistas sin vehículos, centros culturales sin visitantes o sin terminar, vías de AVE sin pasajeros o destrozar el medio ambiente con urbanismo salvaje.

En cuanto a los inconvenientes de la Monarquía, el principal quizás sea que el cargo es vitalicio, de manera que hay que tener siempre al mismo rey durante toda su vida guste o no guste, salvo que fuese manifiestamente incapaz para realizar su cometido y entonces sería depuesto, o que el propio monarca decidiese abdicar.


¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de la República?

En la República, el presidente o Jefe del Estado es elegido por el pueblo para un mandato temporal, que suele ser de 4 o 5 años, aunque podría renovarse por más periodos. En cualquier caso, existe la ventaja de que no hay obligación de tenerlo durante toda su vida, salvo que el pueblo lo vaya respaldando siempre y él se quiera seguir presentando.

El mero hecho de que al presidente republicano lo elija el pueblo, no puede decirse que sea ventaja ni tampoco inconveniente. Al elegirlo el pueblo, el elegido será alguien sectario y por tanto, sea como sea y haga lo que haga, tendrá el respaldo incondicional de los varios millones de esclavos de su secta, mientras que tendrá en contra a los varios millones de esclavos sectarios del bando contrario. De todas formas, en circunstancias normales no tiene que hacer nada más que firmar las leyes que elaboren los políticos, además de las tareas formales y protocolarias  de representación del Estado.



¿Qué cambiaría si actualmente España fuese una República?

Si hoy España fuese una República lo que cambiaría sería la persona que ejerciese la Jefatura del Estado. El Presidente de la República española con mucha probabilidad podría ser Aznar, tanto si es elegido directamente por el pueblo como si lo es indirectamente a través del Parlamento, ya que el pueblo español ha respaldado al PP para que tenga mayoría absoluta y Aznar es el rey en ese partido y le gusta mucho figurar. Y en el caso improbable de que no fuese Aznar, podrían haber sido Rodrigo Rato, Esperanza Aguirre, o cualquier otro que tuviese notable poder dentro del Partido Popular, como por ejemplo Bárcenas antes de saltar el escándalo de los sobres, ahora no que ya está quemado. Para cambiar de presidente, habría que esperar a las próximas elecciones generales o a sucesivas hasta que el PP perdiese su mayoría, y entonces el presidente de la República podría ser Felipe González, Zapatero, Bono, Fernández de la Vega, Alfonso Guerra, Chávez, etc.


¿Es la República la solución?

En la dramática situación actual de nuestro país, hay que buscar soluciones efectivas, y el hecho de que haya rey o presidente de República no influye en que el país vaya a estar mejor o peor gobernado. Pongamos el ejemplo de un enfermo de cáncer de pulmón, que al conocer su diagnóstico sólo toma una medida: cambiar de marca de champú. Es posible que el cabello se le quede más lustroso, pero su grave enfermedad no se va a curar si no toma las medidas pertinentes para ello.

Los políticos son quienes tienen el poder para hacer las leyes, mientras que el rey o el presidente de la República no intervienen excepto para firmar dichas leyes cuando ya están terminadas y aprobadas por el Parlamento. A estos políticos que hacen las leyes los elige el pueblo a través de las urnas. Por tanto, el poder lo tiene el pueblo y la responsabilidad es en última instancia del pueblo



¿Por qué hay quienes ponen la solución de los graves problemas del país en el cambio de Monarquía a República?

RAZÓN A) Revanchismo guerracivilista

Muchos sectarios de izquierda identifican la República con la izquierda, debido a que en el inicio de la Guerra Civil el bando que defendía el régimen vigente de la República era el mismo que el izquierdista. Esto fue a consecuencia de que el bando golpista que atacó al régimen legal republicano fue el bando fundamentalista-católico fascista, o de derechas, por lo cual la situación quedó polarizada entre sectarios de izquierda socialistas/comunistas que defendían la República y sectarios de derecha fundamentalistas-católicos que defendían el Fascismo. Por tanto, algunos izquierdistas creen que el desmantelamiento de la Monarquía y la instauración de la República supondría la revancha o el triunfo final de su secta, que fue derrotada en la guerra, pero esto es un error porque su bando contrario no era el monárquico, sino el fundamentalista-católico fascista.

La realidad es que la guerra no fue entre República contra Monarquía, sino entre República contra Fascismo. Cuando estalló la Guerra Civil, la Monarquía había dejado de existir años antes y el ex-rey Alfonso XIII vivía fuera de España. Por eso, al terminar la contienda se estableció el régimen fundamentalista-católico fascista del vencedor, hasta que el militar que ganó la guerra falleció después de 40 años. Entonces se restauró la Monarquía parlamentaria, que era el régimen que había anterior a la República, pues precisamente fue la República la que dio paso a la guerra Civil, y no la Monarquía.  Tanto los sectarios del bando perdedor como los del ganador se han dedicado a inculcar sus ideas políticas radicales y revanchistas a sus hijos y nietos, y por eso actualmente hay mucha gente joven que tienen la misma mentalidad de sus abuelos a este respecto, de manera que se prolonga la contienda ad infinitum. Cabezas viejas sobre hombros nuevos, que diría A. Neill.

Así pues, esta reivindicación de la República sería en el fondo un afán de proseguir la contienda guerracivilista hasta restablecer la legalidad que fue violada por el golpe de Franco. Sectarios radicales de izquierda sólo ven que Franco nombró sucesor en la Jefatura del Estado al actual rey, pero no quieren ver que, una vez fallecido el dictador, el rey promovió el desmantelamiento del régimen totalitario de Franco y su sustitución por la Democracia. Si hubiesen sido los izquierdistas quienes hubiesen liquidado el régimen de Franco, ahora habría una República  (no sabemos si democrática o totalitaria), pero como fue principalmente el monarca quien liquidó el régimen fascista, ahora hay una Monarquía parlamentaria. Es así de sencillo, y podría decirse que quien derrotó a Franco o al franquismo fue Juan Carlos, y no los republicanos ni izquierdistas. Desde luego, el pueblo español no fue quien derrotó a Franco, ya que en vida del dictador la oposición al franquismo era pequeña en comparación con el apoyo, que era mayoritario. 

Siempre existió una minoría de desafectos al régimen, lógicamente se trataba sobre todo (aunque no exclusivamente) de socialistas, comunistas y anarquistas que habían combatido en el bando de la República, y de sus familiares. Pero la realidad es que, en vida de Franco, cada español era un pequeño Franco, salvo excepciones. En general los padres eran dictadores represores y violentos con sus hijos, los profesores eran dictadores represores y violentos con su alumnado, los policías eran dictadores represores y violentos con el pueblo humilde, etc, casi todo el mundo era un pequeño facha o un gran facha. A partir de que el rey Juan Carlos eliminó el régimen franquista y lo sustituyó por la Democracia constitucional, todo el mundo se convirtió de la noche a la mañana en un demócrata de toda la vida. Los profesores de mi instituto más represivos, totalitarios y violentos, los principales agentes represores al servicio del director ultrafranquista, sus mayores lameculos, se convirtieron en un pis-pás en socialistas y comunistas "de toda la vida" y ocuparon puestos directivos en los PSOE (había dos) y el PC.

En España esto fue lo que ocurrió, pero en términos globales la República no puede identificarse con la secta de izquierda ni con la de derecha. En USA, el partido llamado Republicano es de derecha radical y engloba a los ultras del Tea Party. 


RAZÓN B) Independentismo y totalitarismo fascista o comunista

Tampoco gusta el régimen monárquico a los a los fascistas ni a los comunistas. El rey es símbolo de la permanencia del Estado y la garantía última de salvaguarda del sistema democrático, aunque sea una Democracia imperfecta como la nuestra. Por tanto, la monarquía estorba a quienes preferirían que existiese un régimen de dictadura con supresión de Derechos Humanos fundamentales recogidos en la actual Constitución, como el de reunión, asociación, libertad de pensamiento y de expresión, etc. Es lógico, por tanto, que la actual Constitución monárquica fuese rechazada por los partidos comunistas, fascistas y pro-terroristas, como así ocurrió. Los resultados globales del referéndum de 1978 fueron de un apabullante 88,5 % a favor de la monarquía parlamentaria constitucional, mientras que en contra los radicales comunistas, fascistas y filoterroristas sólo sumaron un exiguo 7,9 %.

El rey es jefe supremo de las fuerzas armadas y ha sido educado desde pequeño para ese papel, mientras que el ejército está adiestrado en el respeto absoluto a la jerarquía de mando. El actual príncipe ingresó en el ejército cuando era casi un niño, y fue haciendo su particular mili durante varios años por tierra, mar y aire. Esta íntima imbricación con el ejército que tiene un rey no la puede tener un político cualquiera, y por tanto la existencia de un rey puede proporcionar mayor garantía de estabilidad del sistema político constitucional en casos extremos, y representar un obstáculo insalvable para quienes pudieran aspirar a erradicar el sistema democrático y sustituirlo por la dictadura de partido único, ya sea fascista o comunista.

El rey es también simbolo y garantía de la unidad territorial del Estado, y por esto la Monarquía no gusta a los nacionalistas radicales que tienen la pretensión de independizar a unos territorios del Estado, en contra de la unidad indisoluble que está proclamada en la Constitución y tiene como garante último al ejército y a su jefe supremo, el rey.


RAZÓN C) Ignorancia o irreflexión

Una tercera razón que puede explicar por qué algunos ponen la solución de la España actual en la reinstauración de la República es simplemente la ignorancia. No son capaces de distinguir entre Monarquía absoluta y Monarquía parlamentaria constitucional. Actualmente no existe en Europa la Monarquía absoluta, en la cual el rey tenía la potestad de redactar leyes. Por el contrario, en las monarquías europeas contemporáneas el rey o reina se limitan a firmar las leyes que le entregan ya debatidas y redactadas el Parlamento y el Gobierno. La responsabilidad recae en los políticos que hacen las leyes en representación de los ciudadanos que les han dado su voto en las urnas. Por tanto, en última instancia la responsabilidad es del pueblo que elige a esos políticos concretos. El rey no tiene absolutamente ninguna responsabilidad, es quizás de los ciudadanos españoles que menos culpa tiene, ya que por norma nunca vota en las elecciones.


RAZÓN D) Excesivo gasto

La cuarta razón es de tipo económico. Puede resultar inconveniente que el rey tenga asignados unos emolumentos demasiado altos, y más aún si en la nómina se incluye a los empleados de su Casa Real y a todos los miembros de su familia. Tampoco es admisible la opacidad respecto de su patrimonio ni los privilegios fiscales si los tuviera. Estos inconvenientes se resuelven fácilmente estableciendo por Ley la transparencia absoluta sobre este tema, anulando los privilegios fiscales, y recortando la asignación al monarca y eliminando la de toda su familia, a excepción del heredero de la corona.


RAZÓN E) Identificación Monarquía-Iglesia

Hay quien identifica a la Monarquía con la religión del Estado, pero lo cierto es que siempre que existe una religión mayoritaria en un país se produce la identificación o imbricación entre esa religión y el Estado, con independencia de que sea Monarquía o República. Lo que en España y Bélgica ocurre con respecto a la Iglesia católica, es lo mismo que pasa en Italia e Irlanda, que son repúblicas íntimamente unidas a la iglesia católica, puesto que católica es la gran mayoría de la población de estos cuatro países. Grecia, que es una república, va más lejos ya que tiene como religión oficial la ortodoxa. Recordemos que España no tiene ninguna religión oficial, sino que la Constitución proclama un Estado aconfesional aunque actualmente más del 70% de la población son católicos, de los cuales la mitad de ellos sólo participan en los oficios religiosos de compromiso familiar, como bodas y entierros. 

Si España hoy fuese una República, el Presidente de la República sería alguna figura destacada del PP que también tuviese vínculos con alguna organización fundamentalista católica, como el Opus Dei, etc.

RAZÓN F) Sentimentalismo

A esta postura podemos llamarla sentimental ya que se basa simplemente en el sentimiento de que alguien elegido por el pueblo resulta más cercano o más legítimo que alguien impuesto por mera sucesión familiar. Sobre esta motivación no hay nada que objetar, salvo que se trata de algo que procede únicamente de los sentimientos y no específicamente de la razón. Como hemos visto, no hay argumentos racionales para priorizar la República frente a la Monarquía parlamentaria. 



¿Se puede resolver el dilema Monarquía/República?

El problema político de España no es el rey, que ni pincha ni corta y se limita a figurar. El problema político está causado por los propios políticos y sindicalistas, y estos son elegidos por el pueblo, por tanto el problema de España es el propio pueblo español, que está atrasado evolutivamente dos o tres siglos con respecto a los otros pueblos europeos que también tienen Monarquía y son muy prósperos: Finlandia, Dinamarca, Holanda, Gran Bretaña, etc. El pseudoproblema Monarquía/República no hay que resolverlo sino disolverlo, ya que no es una cuestión prioritaria para los intereses actuales del pueblo español.  

Lo que principalmente necesita España no es erradicar la Monarquía sino erradicar el sectarismo irracional de votantes zombis; erradicar del gobierno en todas las administraciones a quienes sean ladrones y mentirosos compulsivos y a quienes carecen de empatía con quienes sufren; erradicar el espíritu de rebaño de la población que necesita de pastores que los guíen, ya sean pastores religiosos o mediáticos. Lo que necesita España es erradicar el odio patológico, que se manifiesta en votar en contra del partido odiado sin importar ninguna otra consideración, y se manifiesta en el salvajismo hacia los animales, disfrutando haciendo espectáculos con la tortura cruel y desalmada.

En una palabra, lo que necesita España es Ilustración, que es lo que hubo hace 2 y 3 siglos en los países europeos que hoy son potencias económicas, sociales y culturales. Y en este sentido, el movimiento revolucionario de indignados #15M lleva realizando una importante labor desde hace dos años.

domingo, 24 de marzo de 2013

¿ES LEGAL Y LEGÍTIMO EL ESCRACHE A POLÍTICOS?



1.- ¿Es legal y legítimo el escrache a políticos?

Determinar si es legal o no el escrache corresponde a los tribunales de Justicia. Como ya se ha anunciado la formulación de denuncias por parte de algunos políticos, hay que esperar a que los tribunales resuelvan si se viola alguna ley.

Otra cuestión diferente es la que se refiere a la legitimidad del escrache, o sea, si resulta justo en el ámbito de la Razón práctica, y por tanto éticamente admisible en el marco de un Estado Democrático de Derecho. Para responder a esta cuestión debemos examinar si se incumple algún artículo de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que es el código moral vigente actualmente en los estados democráticos de Derecho y que debería ser respetado en todo el planeta. Hay tres artículos que podrían resultar afectados, que son el 3, 5 y 12.

El artículo 3 proclama el derecho a la vida, libertad y seguridad de la persona. Mientras no se toque físicamente al político ni se le impida desplazarse, ni se le ponga en riesgo de que esto ocurra, este artículo no se incumple.

El artículo 5 establece que nadie será sometido a torturas ni a tratos crueles, inhumanos o degradantes. El hecho de dar información, o incluso dar la tabarra o el coñazo durante un rato no puede considerarse tortura ni crueldad inhumana.

El artículo 12 expresa que nadie será objeto de injerencias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Los activistas no entran dentro del domicilio, ni cogen las cartas del buzón, pero podrían interferir en la vida privada de los políticos, ya que acuden a informarles  cuando se encuentran en sus domicilios, o cuando salen a la calle para realizar alguna actividad privada. No hay ninguna duda sobre la legitimidad si lo hacen durante actividades públicas mientras los políticos están realizando su función, como podría ser en un mitin o comparecencia pública, o cuando van a inaugurar lo que sea, etc.

En cuanto al escrache realizado cuando se encuentran en actividades de la vida privada, hay que detenerse a analizar los componentes del acto moral. Primero, el motivo, que consiste en no permanecer indiferentes ante el injusto y despiadado acoso inhumano que los poderosos político-financieros están perpetrando contra humildes ciudadanos. En cuanto al fin, podría reprobarse el escrache si se realizase por mera diversión o placer personal, sin perseguir ningún Bien o Valor.  Pero no es el caso, sino al contrario, el fin consiste en salvaguardar derechos fundamentales –incluso el supremo derecho a la vida- de estos pobres ciudadanos que son víctimas de quienes llevan varios años promulgando y ejecutando leyes que han sido declaradas injustas por las instituciones europeas. Los medios pudieran resultar inoportunos, cansinos o molestos, pero son correctos, ya que los activistas se dedican a informar de manera pacífica. 

En conclusión, tal y como lo vienen practicando los activistas de las plataformas antidesahucios, de manera pacífica en las calles y establecimientos públicos, con la finalidad de contribuir a evitar injusticias y proteger derechos fundamentales de humildes ciudadanos, este escrache es éticamente legítimo en grado sumo, y quienes lo practican son ciudadanos dignísimos y modélicos, un orgullo para el país y un ejemplo para las gentes de Buena Voluntad.


2.- ¿Es España un Estado Democrático de Derecho?

Algunos políticos, arropados por los agentes manipuladores enquistados en los mass media al servicio del capitalismo salvaje, están difundiendo la consigna de que el escrache va contra el Estado de Derecho y no respeta la legitimidad democrática de los representantes electos. Estas intoxicaciones, por su origen prostituido y su finalidad embaucadora, no proceden de la recta Razón y sólo cabe desecharlas. No obstante, para evitar el riesgo de incurrir en la falacia ad hominem y siguiendo en la línea del ideal de Ilustración característico del movimiento revolucionario de indignad@s 15M, examinaremos esta cuestión de la pertinencia o no de denominar al nuestro un Estado Democrático de Derecho. Las características esenciales que fundamentan dicho Estado son elementales y vienen en cualquier libro escolar de Ciudadanía.

2.1.- Un primer requisito del Estado Democrático de Derecho es el imperio de la Ley como expresión de la voluntad popular. Esto requiere dos condiciones: que todos los ciudadanos tengan idéntico trato ante la Ley y que dicha Ley proceda de la voluntad del Pueblo.

2.1.1.- La primera condición, igualdad ante la Ley, a su vez hace referencia a dos aspectos.

2.1.1.1.- Un primer aspecto es que las leyes proclamen o no dicha igualdad, porque si la Ley establece a priori diferencias discriminatorias, la propia Ley incumple el requisito y no pertenece a un Estado de Derecho. Este aspecto se incumple con leyes que establecen injustos privilegios para la casta política, como por ejemplo la que otorga pensiones del 100% a cargos políticos con pocos años cotizados mientras que al resto de la ciudadanía se le exige muchísimo más para cobrar muchísimo menos.

2.1.1.2- El segundo aspecto se refiere a que la Justicia debe dispensar en sus actuaciones idéntico trato a todos los ciudadanos, sea cual sea su condición social, política, económica, etc. No conozco casos en los que se demuestre que esta igualdad de trato no se realiza por parte de los jueces y demás funcionarios de la Administración de Justicia. Sin embargo, existe la posibilidad de indulto por parte del Gobierno, que ha sido profusamente utilizada por el PPSOE de manera discrecional.

El condenado lo ha sido tras un proceso judicial presidido por todas las garantías exigibles, y recibe una condena que según la Constitución no es un castigo sino un procedimiento de rehabilitación. Cuando el Gobierno otorga un indulto está impidiendo que se lleve a efecto este proceso rehabilitador, y por tanto está perjudicando tanto al reo como a la sociedad, y obrando en contra del espíritu y la letra de la Constitución en este tema de la rehabilitación.

Por otra parte, el Gobierno se sitúa arbitrariamente por encima del poder judicial, lo cual es propio de regímenes absolutistas que en Europa fueron abolidos hace varios siglos, y resulta contrario al imperio de la Ley exigible en un estado Democrático de Derecho. No hay garantía de igualdad ante la Ley, sino que todo depende del arbitrio del gobierno de turno, cuyos miembros en su mayoría carecen de formación en Derecho y en Ética, y algunos incluso de formación básica universitaria. De manera que un grupo de gente indocumentada en su mayoría, se dedica los viernes a aplicar arbitrariamente las leyes, por encima de las sentencias que jueces y magistrados de carrera han emitido tras un procedimiento judicial con todas las garantías. Estos indocumentados desautorizan a los tribunales de Justicia y transgreden las sentencias judiciales sin necesidad de emitir ninguna justificación ni razonamiento sobre sus actuaciones, cometiendo con frecuencia lo que el sentido común considera que son aberraciones injustas, por lo que no existe la garantía jurídica de igualdad ante la Ley que es requisito fundamental del Estado Democrático de Derecho. Así pues, en este punto queda demostrado que España no es un Estado Democrático de Derecho, sino un Estado bananero tercermundista atrasado políticamente varios siglos. 

2.1.2.- La segunda condición es que la Ley proceda de la voluntad popular. Para ello se requiere no sólo que todo el mundo pueda votar y se cuenten bien los votos para evitar el pucherazo, que de esto no hay sospechas, sino también que quienes han sido elegidos para promulgar las leyes representen realmente al pueblo.

Para ver si esto ocurre en la práctica hay que comprobar si el partido que tiene el Gobierno y la mayoría parlamentaria, en sus actuaciones legislativas está cumpliendo lo que en su programa electoral manifestó que se comprometía a cumplir si le votaban. En las elecciones se realiza un pacto o contrato social entre dos partes, por una los candidatos agrupados en un partido y por otra los electores. Mediante ese contrato, los candidatos exponen unas cláusulas que se comprometen a cumplir, que vienen expresadas en el programa y la campaña electoral, y a cambio el electorado les otorga su voto.

Éticamente es evidente que la verdad es un Valor y la mentira un no-Valor, por tanto no es lícito lo obtenido mediante engaño y fraude. Pero incluso en el ámbito del Derecho, recordemos que el de nuestro país está basado en el de la antigua Roma, por lo cual se admite el contrato tácito por el mero hecho del consentimiento entre las partes, sin que se requiera una redacción contractual formal del mismo. El contrato electoral ha sido violado por el Partido Popular de manera flagrante y reiterada, puesto que ya desde el inicio de su mandato ha venido incumpliendo varias de las clausulas programáticas fundamentales que publicitó durante la campaña electoral. En consecuencia, el PP ha accedido al Gobierno mediante engaño y fraude hacia los electores, y por tanto dicho Gobierno es ilegítimo.

Aunque no lo hayan hecho de manera premeditada, que no es el caso porque ya sabían perfectamente cuál era la situación del país o la herencia, cuando constataron que no iban a cumplir el programa ofertado tendrían que haber dimitido. Deberían haberlo cumplido, o no deberían haberlo ofertado, o dimitir al incumplirlo. Pero nada de esto han hecho, así que están usurpando unos puestos y funciones de manera ilegítima, y actualmente no pueden alegar que son representantes legítimos de la soberanía popular.

2.2.- Un segundo requisito del Estado Democrático de Derecho es la división de poderes con total independencia entre el legislativo, ejecutivo y judicial, que fue proclamada por grandes filósofos ilustrados como Montesquieu y John Locke. En España esto no se cumple en modo alguno ni se ha cumplido jamás, de igual manera que nunca ha existido el periodo de Ilustración que hubo en las potencias europeas como Francia, Alemania y Gran Bretaña, y esta es la raíz de nuestros males. España debe hacer la Ilustración, requisito indispensable para tratar de recuperar los 3 siglos que llevamos de retraso en el desarrollo dialéctico del Espíritu en sentido hegeliano, y en esta tarea el #15M viene desempeñando un pequeño papel pero podría llegar a realizar una labor más relevante.

En España no hay división de poderes porque, en principio, el legislativo elige al ejecutivo y por tanto son uno y lo mismo. Y en la elección de los altos cargos del poder Judicial, tanto respecto de jueces como de fiscales, también intervienen decisivamente  el ejecutivo y el legislativo. Así que sólo existe un poder, que es el legislativo detentado por los políticos electos, o sea, por partido del Gobierno. En consecuencia, en este aspecto fundamental también se demuestra que España no es un Estado Democrático de Derecho, sino un Estado bananero tercermundista atrasado políticamente. 

2.3.- El tercer requisito es que la administración del Estado debe estar sometida al control y la actuación judiciales, y debe existir garantía jurídica formal y efectiva realización material de los derechos y libertades fundamentales. Este apartado puede dividirse en tres puntos.

2.3.1.- El primer punto es que ningún cargo o funcionario público debe escapar al control de la Justicia. Pero en nuestro país, la inexistencia de la división de poderes tiene como consecuencia el sometimiento de los más altos cargos del judicial hacia quienes les nombran, esto es, el legislativo y ejecutivo, que es lo mismo que decir el partido del Gobierno. Como es lógico y natural, esta dependencia del poder judicial respecto del Gobierno de turno podría repercutir en un trato favorable hacia los intereses de ese partido.

2.3.2.- El  segundo punto se refiere a la garantía jurídica formal de los derechos y libertades fundamentales. Aquí no hace falta estrujarse la mollera porque, por ejemplo, recientemente el tribunal de Justicia de la Unión Europea ha sentenciado en contra de las leyes hipotecarias españolas. Por tanto, desde hace muchos años no existe garantía jurídica para el derecho fundamental a la vivienda.

2.3.3.- Mientras que el anterior punto incide sólo en la formulación de la Ley, el tercero va más allá y hace referencia a la efectiva realización material de los derechos y libertades fundamentales. Resulta evidente y manifiesto que varios derechos fundamentales recogidos en la Constitución no tienen efectiva realización material, como ocurre con el derecho al trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer las  necesidades propias y las de la familia (art. 35), ya que hay 6 millones de parados y subiendo, que aún no se ha tocado fondo. 

También lo referente a la protección social y económica de las familias (art. 39), cuando existe un notable porcentaje que están bajo el umbral de la pobreza. Lo mismo ocurre con la distribución de la renta más equitativa y la política orientada al pleno empleo (art. 40), cuando cada vez los ricos son más ricos y los pobres más pobres, y la mención al pleno empleo parece humor negro. También se incumple la garantía de prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad y especialmente en caso de desempleo (art. 41), ya que hay millones de parados sin prestaciones.

Pasa lo mismo con el derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada, para lo cual los poderes públicos han de promover las condiciones necesarias y establecer las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho (art. 47). En realidad están haciendo lo contrario, como ocurre con el llamado banco malo, un engendro creado por el Gobierno que impide que se cumpla este artículo 47 de la Constitución. Al inyectar el dinero del rescate a los bancos que tienen exceso de viviendas y necesidad de liquidez, y comprarles a un precio artificial las viviendas que dichos bancos estarían obligados a vender para evitar la quiebra, impiden que la mano invisible que decía Adam Smith guíe los mercados, o sea, que las viviendas puedan situarse en un precio normal determinado por la ley de la oferta y la demanda. Así obstaculizan que puedan resultar asequibles para los ciudadanos de rentas medias y bajas, que son la inmensa mayoría de la población, aunque podrán comprarlas inversores extranjeros, como los rusos y los chinos. El resultado es que hay millones de viviendas vacías y millones de familias que necesitan adquirir una vivienda y no pueden por los elevados precios, que están inflados artificialmente por el Gobierno.

Por último, los poderes públicos deberían garantizar, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad (art. 50), como son por ejemplo los jubilados con más de 55 años de edad a los que recientemente se les quita la prestación si alguien de su familia puede mantenerlos.

En conclusión, los políticos que son objeto  de escrache pueden quejarse de que podría ser una práctica ilegal, y los tribunales de Justicia se encargarán de resolver esta cuestión determinando si se ha incumplido alguna Ley concreta. Pero no pueden alegar violación del Estado Democrático de Derecho porque España no cumple varios requisitos fundamentales para serlo. Únicamente podrían alegar que los activistas del escrache son desafectos hacia la oligarquía absolutista que mantiene secuestrada la auténtica Democracia real, pero esto no sólo es legítimo sino digno de elogio, respaldo y admiración.

Tampoco pueden alegar los políticos que se atenta contra los representantes de la soberanía popular por dos motivos. El primero es que no son representantes legítimos desde que incumplieron el contrato electoral. El segundo es que no actúan representando los intereses del Pueblo sino los de las oligarquías financieras y los suyos propios como casta privilegiada, en contra de los intereses de la ciudadanía.